jueves, 25 de septiembre de 2014
miércoles, 24 de septiembre de 2014
Según la revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales, "La formación de ciudadanos con la capacidad de utilizar conocimientos científicos y tecnológicos en la construcción de una sociedad democrática debe de estar de acuerdo con los principios de equidad y justicia social", principios que deben generar en cada uno de los ciudadanos el reconocimiento al valor que tiene la ciencia y la tecnología en los nuevos métodos de aprendizaje dirigidos al estudio de la interculturalidad, entendido como "educación dirigida a la formación de ciudadanos, promoviendo al mismo tiempo un reconocimiento de la diversidad cultural y su riqueza", fomentando así, la formación de ciudadanos que sean capaces de enfrentar los retos que signifiquen su desarrollo personal y colectivo con la finalidad de reconocer su dignidad como parte fundamental de su vida como ciudadano, la que lo llevara a interesarse por aprender a tomar sus propias decisiones, preferencias y valores culturales que le permitan integrar diferentes tipos de conocimientos y desarrollar sus habilidades y competencias para participar de manera critica y reflexiva, en busca del desarrollo, cohesión y de la paz, abriendo el camino para utilizarlo como un tema transversal dentro del proceso enseñanza -aprendizaje, promoviendo así, "una educación intercultural, en donde la practica educativa situé las diferencias de individuos, y grupos como foco de reflexión y de la indagación" (La educación intercultural en la practica escolar. Teresa Aguado Odiña).
sábado, 20 de septiembre de 2014
LA INTERCULTURALIDAD COMO PRINCIPIO NORMATIVO
Esto es que la interculturalidad implica
la actitud de asumir positivamente la situación de diversidad cultural en la
que uno se encuentra. Convirtiéndose en principio orientador de la vivencia
personal en el plano individual y el principio rector de los procesos sociales
en el plano axiológico social. E aquí el reto para un proyecto educativo
moderno en un mundo en que la multiplicidad cultural se vuelve cada vez más
insoslayable e intensa, suponiendo que la persona en situación de
interculturalidad, reconoce conscientemente las diversas influencias y valora y
aquilata todas, orientando también los procesos sociales que intenta construir
sobre la base del reconocimiento al derecho a la diversidad y en franco combate
contra todas las formas de discriminación y desigualdad social.
En este sentido, la interculturalidad es
fundamental para la construcción de una sociedad democrática, puesto que los
actores de las diferentes culturas convendrán en encontrase, conocerse y
comprenderse con miras a cohesionar un proyecto político a largo plazo con el
único propósito de obtener una sociedad más justa.
Interculturalidad
Las culturas y
razas, a lo largo de la historia han logrado subsistir gracias al proceso de comunicación e
interacción entre personas y grupos, favoreciendo en todo momento la integración
y convivencia entre culturas, a través de las distintas formas de pensar,
actuar o sentir, estableciéndose así, una relación basada en el respeto a la
diversidad y al enriquecimiento mutuo.
La interculturalidad está sujeta a variables como: diversidad, hegemonía
cultural, política y económica de países y regiones, definición del concepto de
cultura, obstáculos comunicativos como el idioma, políticas integradoras e
integracionistas de los Estados, jerarquizaciones sociales, sistemas económicos
exclusionistas y que sustentan hegemonías ideológicas mediante la
discriminación, así como diferentes niveles de desconocimiento entre grupos
culturales de los mecanismos sociales y políticos para el ejercicio de derechos
civiles, como diferencias en el ejercicio de los derechos humanos y de género.
Según Almaguer, Vargas y García (2009), la interculturalidad en un proceso
para la gestión de ciudadanía para el siglo XXI y tiene antecedentes en los
modelos de comunicación de masas en los Estados Unidos en la década de los 50's
y las teorías de comunicación intercultural, desarrolladas por investigadores
como Miquel Rodrigo Alsina, en la Universidad Autónoma de Barcelona, en España.
Otros elementos presentes en los modelos y los procesos de gestión
intercultural, son los desarrollados por los pueblos indígenas sudamericanos en
sus luchas reivindicativas, como las propuestas y estrategias de los pueblos
Mapuches en Chile y las poblaciones indígenas en Bolivia, Perú, Colombia y
Ecuador, así como los modelos autonómicos de la RAAN y la RAAS en la Costa Atlántica
de Nicaragua, que han sido planteados por estudiosas como Myrna Cunningham y
Alta Hooker. Según el sociólogo y antropólogo Tomás R. Austin Millán "La
interculturalidad se refiere a la interacción comunicativa que se produce entre
dos o más grupos humanos de diferente cultura. Si a uno o varios de los grupos
en interacción mutua se les va a llamar etnias, sociedades, culturas o
comunidades es más bien materia de preferencias de escuelas de ciencias
sociales y en ningún caso se trata de diferencias epistemológicas".
El proceso intercultural en general se divide en
cuatro etapas:
Respeto: Trato con dignidad, Trato como sujetos. Escucha respetuosa y libre
expresión de percepciones y creencias. Reconocimiento de la otredad (existencia
de otros modelos de percepción de la realidad).
Diálogo horizontal: Interacciones con igualdad de oportunidades.
Reconocimiento de que no hay una verdad única. Empoderamiento. Construcción de
una relación horizontal de "ganar - ganar"
Comprensión mutua: Entendimiento del(os) otro(s). Enriquecimiento mutuo,
sintonía y resonancia (Capacidad y disposición para comprender e incorporar lo
planteado por el otro (a). Empatía.
Sinergia: Obtención de resultados que son difíciles de
obtener desde una sola perspectiva y de forma independiente. Valor de la
diversidad, donde 1 más uno, son más que dos.
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